El horario de invierno comenzará la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre, cuando los relojes se atrasarán una hora: a las 03:00 volverán a ser las 02:00. Según la normativa vigente, este horario se mantendrá hasta la madrugada del 28 al 29 de marzo de 2026.
La Unión Europea establece fechas y horas comunes para todos los Estados miembros tanto en el inicio como en el fin del horario de verano. La última comunicación oficial de la Comisión Europea, publicada en 2021, fijó los cambios hasta 2026: el último fin de semana de marzo y el último de octubre, a las 02:00 (hora española).
En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes a través de un vídeo en redes sociales su intención de reabrir el debate en la Unión Europea para eliminar el cambio horario estacional. El Ejecutivo ha llevado por primera vez este asunto a nivel ministerial a la reunión de Energía de los Veintisiete, celebrada en Luxemburgo, donde España propondrá reformar el sistema en 2026 al considerar que apenas contribuye al ahorro energético y que incluso tiene “un impacto negativo” en la salud y en la vida de los ciudadanos.
La Comisión Europea ya intentó una reforma en 2018, cuando el entonces presidente Jean-Claude Juncker propuso suprimir los cambios de hora y permitir que cada país eligiera un único huso horario. Sin embargo, la ausencia de estudios de impacto y el temor a una fragmentación horaria dentro de la UE frenaron la iniciativa, que solo podría retomarse mediante una nueva propuesta de la Comisión y un acuerdo entre el Consejo y el Parlamento Europeo.
En España, el primer cambio de hora se realizó en 1918, aunque la medida estuvo interrumpida en varios periodos (1920–1925 y 1930–1936). En 1940, el régimen franquista la recuperó para alinear el horario español con el de la Alemania nazi y otros países de Europa Central. Décadas después, en los años 70, el horario de verano volvió a aplicarse como consecuencia de la crisis del petróleo, y desde entonces sigue vigente en toda la Unión Europea.
¿Se ahorra realmente energía con el cambio de hora?
En el último ajuste —el de marzo de 2025, cuando se adelantó el reloj para iniciar el horario de verano—, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) reconoció que no ha elaborado estudios recientes sobre el impacto energético de esta práctica.
El organismo explicó a Europa Press que en España no existen informes actualizados que demuestren que el cambio horario genera ahorros reales. “El último data de 2015 y no evalúa el contexto actual”, señaló.
El análisis más reciente sobre el tema fue publicado en 2018 por la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, que concluyó que los posibles ahorros derivados del cambio horario son mínimos y variables según el país.
Según el estudio, el ajuste puede reducir el consumo en iluminación, pero no necesariamente en calefacción, donde incluso podría aumentar. Además, los resultados están muy condicionados por factores externos como el clima o los hábitos de los ciudadanos.
El IDAE recordó entonces que los efectos del cambio de hora solo pueden evaluarse a largo plazo, y que esta medida nació en un contexto con patrones de vida muy diferentes a los actuales. Factores como el teletrabajo, la eficiencia energética en edificios o el uso creciente del autoconsumo eléctrico han modificado sustancialmente la relación entre horario y consumo.