El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado esta mañana su dimisión al frente del Gobierno autonómico. “La Generalitat necesita un nuevo tiempo” y “no debe haber una campaña de odio ni señalamiento contra nadie”, ha dicho con firmeza, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de la mayoría parlamentaria para elegir un nuevo jefe del Consell.
“Ya no puedo más”, ha señalado Mazón, quien ha añadido que “por voluntad personal” ya habría dimitido antes, dado que “ha habido momentos insoportables” para él y para su familia.
El dirigente ha afirmado que el “ruido que hay alrededor de mi persona es la excusa perfecta para ocultar la asunción de responsabilidades del Gobierno”, haciendo referencia tanto a la “información errónea” sobre la DANA del 29 de octubre como al retraso en las ayudas y la “pésima reconstrucción”.
El anuncio ha tenido lugar en una declaración institucional pasada las 09.10 horas en el Palau de la Generalitat, con la asistencia de los miembros del Consell, convocados esta mañana sobre las 08.00 horas.
Mazón ha revelado que esta mañana ha llamado al rey Felipe VI para agradecerle su apoyo y fortaleza, así como a la Reina, y ha aprovechado para hacer un “balance personal” del mandato. “Ante el tsunami inimaginable que destruyó materialmente y anímicamente la provincia de Valencia, desde la Generalitat lo hemos hecho absolutamente todo”, ha afirmado, subrayando que jamás un gobierno autonómico había enfrentado “un reto ni remotamente parecido”. A su vez, ha vuelto a criticar la “falta de ayuda clamorosa” por parte del Gobierno central.
El mayor dolor, ha dicho, proviene de las “víctimas morales”. “Las heridas materiales se están curando”, pero las “secuelas emocionales” continúan.
Tras unos días de reflexión profunda —y en el que fue increpado en el funeral de Estado por las víctimas de la DANA—, Mazón ha admitido errores: permitir que circularan bulos, no solicitar la declaración de Emergencia Nacional (ha admitido que cuando lo aconsejó Alberto Núñez Feijóo, este tenía razón), su “ingenuidad manifiesta de creer que por recibir la ayuda de forma amable del Gobierno esta se iba a acelerar” y, “sobre todo, mantener la agenda de ese día”.
“Sé que cometí errores, viviré con ellos toda mi vida, he pedido perdón y lo vuelvo a repetir hoy, pero ninguno de ellos fue por cálculo político o mala fe. No sabíamos que el barranco del Poyo se desbordaba”, ha señalado.
La dimisión llega después del proceso de “reflexión personal” que Mazón inició días atrás y que se intensificó tras el funeral del domingo. Ese mismo día mantuvo varias “conversaciones” con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.



