El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha habilitado un desvío provisional en la A-7 a la altura de Quart de Poblet (Valencia), restableciendo la conexión con la A-3 y mejorando así la movilidad metropolitana al reactivar el baipás de Valencia, por donde circulan a diario unos 100.000 vehículos. El ministro Óscar Puente compartió un vídeo en la red social X, resaltando que esta obra “entra en la historia de la obra pública de España con letras de oro”.
La reapertura de esta importante vía, clave en la Red de Carreteras del Estado y en la movilidad de Valencia y su área metropolitana, se ha logrado tras el colapso del puente sobre el Barranco del Gallego del Poyo causado por las lluvias del 29 de octubre. Los equipos de la Dirección General de Carreteras y de la empresa contratista han trabajado “día y noche” desde el 31 de octubre para habilitar este paso, finalizado el 13 de noviembre con una inversión de 12,6 millones de euros en fondos de emergencia.
El desvío provisional tiene 550 metros de longitud, cuenta con dos calzadas de tres carriles de 3,5 metros cada uno, arcenes y una velocidad máxima de 60 km/h. Para su construcción se usaron 250 marcos de hormigón que permiten el drenaje del Barranco del Gallego, con una capacidad de 550 m³/s de agua. Además, se emplearon 1.320 toneladas de hormigón, 110.000 toneladas de relleno, 10.000 toneladas de zahorra, 8.500 toneladas de aglomerado, 600 metros de barreras de contención y 1.400 metros de barreras de hormigón tipo New Jersey. En las tareas de construcción participaron 100 camiones, 3 bulldozers, 3 retroexcavadoras, 2 palas y 4 rodillos compactadores.
Con la reactivación del tramo de la A-7, el Ministerio ha restablecido ya 148 km de carreteras afectadas por las fuertes lluvias, incluyendo la V-30, V-31, A-3, N-3 y parte de la N-330, formando un corredor de 36 km entre Utiel y Talayuelas. A principios de mes se despejaron de barro y vehículos las carreteras V-31, V-30 y A-3, y se repusieron señales y quitamiedos.
Aún se trabaja en la N-330 y N-322. En Talayuelas – Landete se espera reabrir un tramo de la N-330, mientras que en la N-322 en Pontón-Requena se realizan labores de relleno en la estructura sobre el río Magro, que no fue afectada.
Para reparar provisionalmente las vías más dañadas, el Ministerio destinó más de 29 millones de euros en tres emergencias, con un equipo de 540 operarios y 251 máquinas.
La línea de alta velocidad Madrid-Valencia también ha reabierto tras dos semanas de reparaciones en el túnel de Chiva y Torrent, donde se instalaron 8.000 toneladas de balasto. A partir de hoy se han reanudado todos los trenes de alta velocidad y cercanías en la línea Valencia, con una oferta de 80.000 plazas semanales de Renfe.