La exposición ‘Play. Ciencia y música’ finaliza su periodo de exposición en el Museo de las Ciencias el próximo domingo 20 agosto. La muestra, ubicada en la primera planta, cuenta con espacios que permiten al público participar en experiencias multimedia en torno a los procesos creativos y cognitivos de la música. También acoge una amplia colección histórica con alrededor de 200 instrumentos musicales de diferentes épocas y culturas.
Crear ondas, ver las cuerdas vocales en acción, marcar el tempo de una orquesta, componer e interpretar con diferentes instrumentos de cuerda y percusión, tocar una flauta de pan, un theremin, escuchar cómo suena un tambor al ritmo del corazón e incluso jugar con un arpa virtual son algunas de las propuestas de la exposición producida por el Parque de las Ciencias de Granada en colaboración con el Museo Interactivo de la Música de Málaga (MIMMA).
Solo en taquillas, en el momento de la compra y presentando la documentación acreditativa, hay una promoción del 50% de descuento en la entrada del Museo de las Ciencias para estudiantes y profesores de centros de enseñanza y escuelas de música, incluyendo las no regladas; profesionales del mundo de la música y miembros de bandas de música.
Visitas guiadas diarias
Todos los días hay visitas guiadas en la exposición. Acompañados por personal del Museo de las Ciencias que les conduce a través de la muestra, el público conoce de primera mano las curiosidades y detalles más interesantes. Hasta el 20 de agosto, las visitas se realizan a las 11:00, 13:15, 16:30 y 19:00 horas. El precio es de 3,5 euros por persona y es necesario adquirir además la entrada al Museo de las Ciencias.
La visita se completa con talleres en los que se prueban ‘efectos sonoros’ y se invita al público a tocar instrumentos. Aprenden los trucos y conocen qué artilugios se utilizan en las películas para simular el sonido de la lluvia o de pasos que se acercan, oleaje, viento e incluso truenos. En este ‘laboratorio cacharrería’ se recrean algunos de estos efectos sonoros, conocidos como ‘efectos Foley’. Deben su nombre al neoyorquino Jack Foley, quien desarrolló muchas de las técnicas que se siguen utilizando en el cine para la producción sonora.