La energía y el magnetismo de La Ruta aterrizan en el Bombas Gens Centre d’Arts Digitals con una exposición inmersiva que invita a revivir este fenómeno cultural “como nunca antes”. Mediante tecnologías de última generación —como contenidos 3D, realidad virtual y láser mapping—, el centro recrea la atmósfera de las discotecas valencianas que marcaron a toda una generación y situaron a Valencia en el mapa europeo de la modernidad.
La muestra, titulada La Ruta. Modernidad. Cultura. Descontrol, permanecerá abierta hasta febrero y supone la primera producción propia del centro, dirigida por Artur Duart junto al director artístico Jordi Sellas y la directora de operaciones Mónica Pérez. La exposición propone un recorrido sensorial por diez salas que combinan rigor histórico y espíritu festivo, con música, objetos originales, carteles, merchandising y experiencias interactivas.
La exposición profundiza en el contexto histórico, político y social que propició el nacimiento de La Ruta y analiza también su declive y legado. Los visitantes pueden subirse a un coche de los 80 o 90 para “vivir la festa”, descubrir una selección de 100 temas emblemáticos y disfrutar de una sala inmersiva que reproduce la energía de las pistas de baile más míticas gracias al trabajo de los estudios creativos Radiante Light Art Studio y Vitamin Studio.
El recorrido incluye también un laberinto visual que muestra el ecosistema creativo que rodeó a La Ruta —diseño gráfico, arquitectura, moda, teatro o performances—, así como una sala de cine con un documental de Marta Moreira producido por Penadés Creative y con la participación de Joan Manuel Oleaque, Eugenio Viñas y Luis Costa.
Además, se dedica un espacio a la dimensión gráfica del movimiento, con trabajos de Armando Silvestre, Elisa Ayala y otros diseñadores cuyos carteles formaron parte de la identidad visual de la época y hoy pertenecen a la colección del IVAM.
Uno de los momentos más emocionantes del recorrido es la experiencia de realidad virtual que permite al público revivir el legendario cierre de sesión de Carlos Simó en Barraca, con My Way de Nina Simone, una despedida simbólica de toda una generación que quiso vivir “a su manera”.
La muestra concluye con una reflexión sobre el auge y caída del movimiento: una instalación de la Universitat Politècnica de València representa visualmente la acumulación, la represión y el cambio en los hábitos de ocio juvenil que marcaron su final.
El proyecto, con un equipo multidisciplinar de raíz valenciana, recupera así la esencia de una etapa única de la cultura contemporánea, reivindicando su valor más allá de los clichés y devolviendo a La Ruta su dimensión artística, social y emocional.